martes, 15 de noviembre de 2011

“Bailando (incluso) en la oscuridad”



“La duda”: Hace dos semanas que me han hecho una biopsia. Espero los resultados. Tengo miedo, mucho miedo. Entro en el cine y veo Algo parecido a la felicidad”, magnífica película checa que me distrae de la eterna duda que se ha apropiado de mi cabeza: ¿será posible que de la noche a la mañana me vayan a decir que tengo cáncer?

“La espera”: El tiempo cobra unas dimensiones hasta ahora desconocidas para mi. Creo que ha pasado una eternidad y sólo ha sido un día, otras veces parece que fue ayer cuando me diagnosticaron un cáncer de mama, y hace ya dos semanas. No sé cuando me van a operar. Miro constantemente el teléfono, sólo quiero que me llamen y me quiten este bulto. Mi pecho derecho se ha convertido en el eje y timón de mi vida.

“La operación”: El ascensor en el que me llevan al quirófano es como una gran jaula de hojalata. Mientras empujan la camilla, veo gente haciendo cola, gente sentada y gente también de pie por los pasillos. Cuando pasas a su lado, te miran, te sonríen, te saludan y ves el miedo que les doy reflejado en sus ojos. Tengo la sensación de que el quirófano se parece mucho a una carnicería, o más bien al frigorífico de una carnicería. Todo es metálico, frío, aséptico con una luz blanca intensa y cegadora. Pienso en el mar antes de quedarme dormida.

“La quimio”: Me siento tóxica, 'envenená', como cuando tienes resaca, mucha resaca... por eso el cuerpo te pide agua, agua y agua. Me miro al espejo y me pregunto ¿quién es esa? Me gusta pasar la mano por mi cabeza desnuda. No es un dolor en concreto, son mil dolores pequeños que se esparcen y diluyen por todo mi cuerpo.

“La radio”: La enorme máquina que sitúan encima de mi cuerpo me asusta, me dicen que no mire. Se enciende una luz roja y todos salen corriendo, la soledad de la habitación, zaca, zaca, pum, pitido y silencio, abren la puerta: todo ha terminado.

Sonrío y me emociono al leer lo que yo misma escribí hace... ¿cinco años? Tenía 36 años cuando me diagnosticaron un cáncer de mama y una hija de seis. Si lees testimonios de personas que han pasado por un cáncer te das cuenta de que todas decimos lo mismo. Cada persona somos un mundo pero cuando la vida nos doblega, todas enmudecemos, todas nos bloqueamos, todas nos asustamos y todas toditas necesitamos los mismos abrazos de antes para seguir adelante. Lo primero que aprendes con el diagnóstico de un cáncer es que la vida es un soplo de aire que en cualquier momento puede cambiar de dirección. Lo segundo, es que a pesar de todo el apoyo y la ayuda que recibes durante la enfermedad, es importante tomar las riendas de tu cuerpo y de tu cabeza y permitirse ser una misma. Nunca vas a recibir tantos consejos, por eso empieza a olvidarte de ellos, incluso del que yo misma pueda darte. A ratos temblarás de miedo, otras te reirás como siempre, muchas veces pensarás que te flaquean las fuerzas, otras irás sobrada, a veces con sólo mirar a tu hija te desharás en mil lágrimas, pero poco a poco escucharás la música, y querrás bailar (incluso) en la oscuridad.

“Bailad, bailad, si no estamos perdidos”
Pina Bausch (Pina, Win Wenders, 2011)



Firmado: Maiteazul

5 comentarios:

  1. Me gusta la crudeza y ternura que se mezcla en tu texto. No puedo pensar en equivalentes personales a tu historia, pero siento una enorme sintonía con tus sentimientos y tu enfoque. Me parecen de verdad, no son la teoría de la autoayuda, que aunque no la desprecio, no me gusta. Tu mirada sí me gusta, la del post y la de tus ojos.

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  2. Gracias por compartir tu enfoque de la enfermedad; me han encantado tus palabras y tu forma de expresarlo

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  3. A proposito de bailar, me gustaria que vieseis el video " BAILANDO EN ROSA " esta colgado en yotube Besos para todas

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  4. Maravillosa sintesis del proceso del ca. de mama. soy medico, hija y ahora familar de paciente con ca. de mama... toda nuestra vida gira ahora alrededor del cáncer.. y leer estas palabras me han hecho compartir parte de mi dolor, de mis miedos, y tambien de mi esperanza.. gracias

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  5. Es crudo y fuerte como tú. Me ha gustado mucho.

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