En el periódico de El País, en el especial dedicado al Cáncer de Mama, había una interesante entrevista a Eloisa Bayo, directora del
Plan Integral de Oncología de Andalucía.Aquí la podemos leer
Eloísa Bayo (Sevilla, 1956) es doctora en Medicina y directora del
Plan Integral de Oncología de Andalucía. Su lucha contra el cáncer le ha
supuesto distinciones de todo tipo, incluida la más alta concedida por la Junta de Andalucía.
Sin embargo, su mayor premio lo obtiene con cada batalla que le gana a
una enfermedad que padecerá una de cada ocho mujeres. Es optimista y
cree que el final de esta lucha está cerca.
Pregunta. ¿Cuál es la situación del cáncer de mama?
Respuesta. En Andalucía se diagnostican entre 3.300 y
3.400 casos todos los años. La incidencia es ligeramente inferior a la
del resto del país y, asimismo, España tiene una incidencia algo
inferior a la de los países del norte de Europa. Esta diferencia,
probablemente, tiene que ver con aquellos factores de riesgo que
favorecen la aparición del cáncer de mama: el primer embarazo después de
los 30 años, la reducción de la lactancia materna, la toma prolongada
de terapia hormonal sustitutiva tras la menopausia, el consumo habitual
de alcohol, etcétera. En cuanto a datos de supervivencia, estamos al
mismo nivel que el resto del país. Actualmente, según datos del Registro
de Cáncer de Granada, la supervivencia a los cinco años es del 80% y
puede llegar a más del 90% si se consideran las fases precoces.
P. ¿Hay un trato específico para este tumor en el Plan Integral de Oncología?
R. El hecho de que sea uno de los tumores más
prevalentes exige un esfuerzo mayor en prevención, diagnóstico y
tratamiento. Y por supuesto también en el seguimiento, ya que la mayoría
de las mujeres que padecen esta enfermedad pasan a ser largas
supervivientes. Pero para nosotros, todos los pacientes tienen la misma
relevancia, y los principios del Plan Integral de Oncología son los
mismos para todos los tipos de tumores. Desde hace ya 12 años estamos
trabajando en cinco objetivos fundamentales: mejorar la información
entre la población, especialmente acerca de los factores de riesgo y
sobre las medidas de prevención; diseñar las estrategias más eficaces
para que el cáncer afecte al menor número de personas posible;
garantizar que aquellas personas que lo desarrollan tengan un
diagnóstico rápido y fiable y el tratamiento más adecuado; propiciar que
pacientes y familiares tengan la mejor calidad de vida posible; y
promover la investigación
P. ¿Cuánto cuesta tratarlo?
R. Es difícil de cuantificar porque hay muchas
situaciones clínicas diferentes, pero se estima que va desde unos 7.000
euros en fase precoz hasta unos 23.000 euros en las fases más avanzadas.
Si hay un diagnóstico precoz, puede necesitarse una intervención
quirúrgica y un tratamiento complementario con radioterapia o
quimioterapia. Si hay más gravedad, se necesitarán varias líneas de
tratamiento farmacológico, ingresos hospitalarios, es posible que más de
una cirugía y una cantidad importante de actuaciones que consumen
muchos recursos.
P. ¿Cuáles son las claves del diagnóstico precoz?
R. Son dos. Una es el programa de diagnóstico
precoz, que desde el año 1995 está implantado en Andalucía para todas
las mujeres con edades comprendidas entre 50 y 69 años. Esta es la edad
del cribado en todas las comunidades autónomas y en la mayoría de los
países de la Unión Europea. Y es así porque es a partir de los 50 años
cuando empieza a aumentar la incidencia y porque es en esta franja de
edad donde se demuestra un mejor balance entre los riesgos y los
beneficios. No obstante hay un subgrupo de mujeres con mayor
probabilidad de desarrollar cáncer de mama y donde, además, se presenta a
edades más jóvenes. Son las mujeres con varios antecedentes de cáncer
de mama o de ovario en la misma rama familiar. En estos casos es
necesario otro tipo de abordaje, a través de consultas específicas de
cáncer hereditario, donde si es necesario, se realizarán pruebas
genéticas y, en función del resultado, un consejo genético.La otra clave
para el diagnóstico precoz es la información. Afortunadamente, la mujer
andaluza está cada vez más preparada y, por lo tanto, más informada.
Muchas mujeres practican ya la autoexploración y son conscientes de que
tienen que consultar inmediatamente ante la aparición de síntomas
(palpación de un nódulo, secreciones por el pezón o retracción del
mismo, engrosamiento de la piel, inflamación o piel de naranja…). Por
otro lado, creo que es muy importante hacer visible esta enfermedad y
por ello aprovechamos todas las oportunidades, como esta del mes
dedicado al cáncer de mama. Y en este sentido me gustaría destacar, por
un lado, el papel de las asociaciones de pacientes que realizan una gran
labor de formación e información y, por otro, el trabajo de los
profesionales tanto de atención primaria como hospitalaria, que conocen
perfectamente las pautas que hay que seguir desde que aparece la primera
sospecha hasta el seguimiento de la paciente tras el proceso
asistencial. Es muy importante que paciente y profesional compartan
información y adopten decisiones compartidas.
P. ¿Cuál es el nivel de la investigación?
R. En Andalucía hay muy buenos investigadores y,
especialmente, en el ámbito del cáncer de mama. En los últimos cinco
años, la Consejería de Salud ha financiado con 766.482 euros 18
proyectos de investigación relacionados con el cáncer de mama. En este
mismo periodo se han aprobado 177 ensayos clínicos en los hospitales
públicos andaluces relacionados con la industria farmacéutica y con la
investigación académica.
P. ¿Es falsa la creencia de que el tratamiento es mejor en otros centros privados?
R. Absolutamente. De hecho, el tratamiento del
cáncer, en general, es mejor y mucho más equitativo en un sistema
sanitario público. En última instancia, la medida de que la sanidad
pública andaluza es de muy buena calidad la dan los resultados y en
Andalucía estamos al mismo nivel de Europa porque ofrecemos tratamientos
de calidad.
P. ¿Cuáles son los factores de riesgo?
R. Las causas del cáncer de mama son desconocidas
pero sí sabemos que existen algunos factores que favorecen su desarrollo
como por ejemplo el consumo excesivo de alcohol, la obesidad o la toma
prolongada de terapia hormonal sustitutiva tras la menopausia. También
la falta de actividad física. El ejercicio, además, previene y facilita
la recuperación de quienes lo han tenido. Algunos factores se pueden
modificar, como estos. Otros, como la menopausia tardía o la primera
regla a una edad temprana, son factores de riesgo que no se pueden
alterar. La edad del primer embarazo o mantener la lactancia más de seis
meses, que son factores que han demostrado su beneficio como prevención
del cáncer de mama, tampoco son fáciles de decidir con las condiciones
socioeconómicas actuales.
P. ¿Por dónde pasa el futuro?
R. El futuro debe pasar por la investigación.
Seguimos trabajando en el ámbito asistencial e incorporamos las
novedades terapéuticas, farmacológicas o tecnológicas que van surgiendo.
Pero el futuro debe ser la investigación. Ahora mismo se empieza a
vislumbrar un conocimiento más profundo de los mecanismos por los que
una célula normal se convierte en una cancerosa. Y también los sistemas
inmunológicos capaces de combatirla. Hasta hace poco, los tratamientos
eran como matar moscas a cañonazos, muy tóxicos: mataban células
cancerosas y otras muchas que no lo eran, con importantes secuelas.
Estamos conociendo el mecanismo para identificar dianas específicas
contra las que actuar en el ámbito de las células tumorales, sin dañar a
las sanas y también cómo el propio organismo, ayudado por determinados
fármacos, es capaz de luchar contra esta enfermedad. Hay que seguir
trabajando en esta línea porque de la investigación vendrá la curación
del cáncer. Espero verlo.
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